Rehabilitación #2

Prefiero alejarme un poco de la inmundicia cotidiana, ya conmigo basta para las vueltas.
Y me paro frente al espejo intentando buscar una explicación y me hundo en mis ojos que no muestran reflexión. Ahí donde todos ven amor, yo veo odio, donde todos ven calma, yo veo histeria, donde todos ven tranquilidad, yo veo dolor.
Y el alma me explota, me exprime el corazón y tú haces el rostro a un lado, escapando de lo obvio, maquillando la verdad, tapando la realidad. Y el reloj se adelanta y las horas avanzan y yo sigo parada en la cornisa de la cordura, intentando madurar, ayudándome a salir de esas ruinas, que yo misma ayude a destruir y quede atrapada sin respiro.
La piel se me hace arena y las lágrimas parecen eternas a la hora de soñar, pero aquí dónde realmente te necesito, estás ausente, una vez más. Y el pánico aún me inunda y los golpes en el rostro parecen inertes, las heridas ya no sangran y el dolor no me supera. Nuevamente vivo en caos y nadie esta en casa.
Caé el arma manchando el suelo helado de la habitación sombría donde caducan las ideas. La música de fondo aviva el sentimiento y las paredes parecen hablarme, caigo en shock al costado del camino y aún espero que me sometan a la paz...
"Sólo hay que saber aprovechar el momento. Tenés que ser conciente de que aquello que comenzó, en algún momento terminará. Todo tiene su fin..."



Y tus propias palabras me dan fuerzas para seguir
Gracias...

Recomiendo Olvidar

Caminar lentamente sobre el asfalto helado, me causaba indiferencia. La musica hasta el máximo me irritaba los odios pero es medicina para tanta soledad. Las ojas crispaban al caer sobre el montículo ya acumulado. Lentamente, caén, como ajenas a aquel vínculo que las arropó durante varias estaciones. Eran casi las cinco y el sol comenzaba alejarse de lo que seria: la tarde. Se ponía en mi horizonte provocando en el cielo un tinte casi anarajando especial para una fotografia con brisa otoñal.
Atravezando cuadras, sin rumbo alguno, me sentía alejada de la sociedad pero a la vez tan cerca. Pasar al lado de una persona no me resulta un problema, la esquivo con un vainven de paso y mantengo la mirada pérdida hacía el frente. Tranquilamente puedo ignorar, no es cosa de otro mundo.
Sentí el olor de la humedad, el frío me crispaba la nariz y aquel viento solitario chocaba contra mis mejillas sonrojándome. La música avanzaba, las pistas se pasaban y los temas me emocionaban aún más. El paso tranquilo, la mente despejada y el corazón en calma.
Aún así algo me inquietaba, no se si era que ya no estabas a mi lado, no se sí era mi falta de consideración, el haberte dejado así y que ahora seas tan lejano me causaba molestía. Núnca estuvimos cerca, pero tampoco estuvimos alejados, eramos realmente objetivos. Suponer que en algún lugar te encontraría nuevamente me daba ansías, era como un motor para mi accionar. Igualmente los recortes que he hecho conmigo siempre me atormentan, tú has sido uno de ellos, debo admitirlo.
Seguí caminando, un poco más acelerada que lo normal, creía que por alguna de esas casualidades algo me esperaba en mi destino. Nuevamente me equivoque, acaso creí en la cura.
Al cruzar una de esas esquinas donde el viento remolinea haciéndome fruncir el ceño, ví casí fugaz tú reflejo en la esquina continúa. Estabas parado, como esperando que la vida te golpee para así poder seguir adelante, tenías los ojos pérdidos.
El sol ya casí se escondía y esa luz ¡Dios mio! te sentaba tan bien.
Siempre consideré que eras hermoso, todo lo tuyo tenía una explicación de ser, cada cosa se amoldaba con otra. Tú boca con tú nariz, tú nariz con tu ojos y así sucesivamente hasta recorrerte completamente.
El verte ahí fue como un golpe a mi sensibilidad, comencé a palpitarme y las manos me sudaban. Estuve inmóvil unos minutos y tú también.
Tú pérdido en la locura y, yo pérdida en vos. Afronté la realidad, y cruze la calle, esperando tu encuentro. Cómo cayendo de un abismo, volteaste hacía mí. Te miré para no perderte nuevamente y me observaste sorprendido.
Los meses habían transcurrido y nosotros perdimos el contacto.
Pareció eterno ese momento de contemplación mutua. Entonces saliendo de mi trauma, te dije casi susurrandote: hola...
Tú contestación no fue instantánea y te costó modular esa simple palabra. Cuando por fin el saludo fue realizado me apresuré a acercarme a tí. Estabamos cerca, te sentí respirar toscamente.
La altura no era la misma, asi que me estire y te tomé del rostro con ambas manos. Te besé con cautela la mejilla helada y sentí que mi corazón salía de mi pecho. No dijimos nada, estuvimos así un largo tiempo. Te solté, como dólida, y me alejé unos pasos. Te miré a los ojos con tristeza, sabía lo que ocurría y debía alejarme. Tú bajaste la mirada, como escapando de mí. La verdad se estaba poniendo en mi contra y si seguía allí ella saldría triunfante. Comenzé a caminar, y di vuelta sobre mi hombro para observarte por última vez. Tú ya te habías volteado, evitándome.
Calzé los auriculares en mis oidos, la música siguió su ciclo y la canción estaba por la mitad. Sonreí un momento para evitar el odio y me remití a olvidarte.

Destruyendo al tiempo

Aprendiendo a convivir con el error.
Ya es cuestión de versos,
ya es cuestión de cuentos tú ingenuidad.
Simple candidez que irradía tu dicha,
es normal caer en la indiferencia.
Y olvidas, por miedo, olvidas por vergüenza.
Y te olvidan por deseo.
¿Desconsuelo?
HOY ESTOY BIEN!
Mañana no me interesa...
Pensó, recapacitó y se alejó...



-3 patologías del hombre común

Trauma Visión

Se conciente por favor, se conciente, se conciente, se conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente, conciente...

-Que nada es para siempre
(gracias por hacérmelo entender)
El miedo controla al hombre, no lo deja actuar. En un mundo de especulaciones vive la raza humana, en la duda, en los celos, en el temor. Moriremos sin poder cumplir nuestras metas, nuestros sueños. Moriremos sin fé ni esperanza. Con odio y sin amor.
¿Qué es lo que te ha hecho tan sumiso hijo mío?
La vida, desde el momento en que nacemos, la suerte es hechada.
Ligados al resentimiento, al recuerdo, al dolor. ¿Por qué? Crees que puedes confiar. Crees que puedes construir un imperio sin reino. Un amor sin corazón. Ahorrando la energía, ya no hay dolor, no hay ilusiones que sembrar. No queda nada, sólo heridas y cicatricez, que te recuerdan que hay, que tuviste, una realidad que afrontar. Y por miedo no volverás a enfrentar. El miedo a volver a intertar, a volver a fracasar. Y fracasas aún más, más hondo caés, por miedo...



"Son las idas de la vida, que siempre quedán en una ida y no en una vuelta"
"El hombre actúa por impulsos, nunca por sentimientos."



Voy a sonreírle a la vida, sin miedo, sin odio...


Fabricante de Mentiras (Bitacora de Ensueño - Anexo)

Entre pañuelos y delirios ella soñaba.
El humo del cigarro se consumía en sus pulmones y sus ojos eran de un cristal azul. Inmovíl ante la presencia de la nada, estaba inmutada.
Las manos le sostenían el rostro, provocandole una apariencia casí "visionaria". La boca tensa, sutil y roja, ese rojo carmín que adornaba sus labios conseguía estimular a cualquiera que la observara fijamente.
Logró caer en sí, cuando el teléfono sonó. No llegó a atenderlo, aunque realmente ya no le importaba. Pusó la paba sobre la ornalla y se sentó en la mesa, mientras esperaba el agua comenzó a juguetear con las migajas del pan. Se imaginó mil y unas formas, mil y una historia, mil y un sueños, mil y un momentos felices, mil y un sufrimiento y sus manos comenzaron a sudar. Las migas del pan se había pegoteado en sus dedos y el agua hervía. Dejó todo para después.
Se calzó los zapatos y los anteojos, y al abrir la puerta de su casa el mundo parecía sonreírle. El sol hacía que su cabello se vea más rubio de lo normal y su piel se enrojecía a medida que pasaban las cuadras.
Los árboles le silvaban al pasar y ella esbozaba una sonrisa. Recordó mucha gente, en un segundo su mente podía viajar años luz, casí fugaz. Pero al recordarlo a él, su ceño se frunció, ese que siempre estaba pero que nunca aparecía, ese que todo lo iluminaba pero vivía entre las sombras, ese que lloraba lágrimas de cristal pero tenía el corazón negro. Ese que ella amó pero que jamás apareció.
No fue hace mucho tiempo atrás. Ella era jovén, cargaba con 17 años y su persona necesitaba amor.
Amor? que término tan confuso y rebuscado, pensaba ella. Núnca lo entendió ni tuvo el agrado de intentarlo. Sólo sabía que sus hormonas alteradas por la adolescencia hacían que ella se sonrojara al ver pasar a aquel jóven. Completante inocente, era una niña. Pero él la hacía sentir tan mujer, tan hermosa, la hacía sentir amada, pero sobre todo bien.
Amaba pasar las tardes con él, mientras sus ojos jugaban a esconderse. Odíaba verlo partír por aquella esquina, sentía miedo al verlo marcharse y que jamás volviera a sus brazos.
Con él todo era maravilla, con él el día era naranja, con él su piel se erizaba, con él todo era tan diferente.
Sus padres jamás entendieron ese cariño, eran tan fuerte, pero a la vez tan débil. Sus amigas no querían verla lastimada, procurando acompañarla en sus decisiones. "Tres cabezas piensan mejor que una" decían y luego largaban una carcajada. No sabían cuales eran las intenciones de aquel jovén tan extraño, que apareció en su vida en un abrir y cerrar de ojos.
"Algún día todo acabará, tienes que entender y saber aprovechar los buenos momentos, porque la tempestad llegará y tendrás que tomarla como experiencia" le dijo él una tarde. Ella lo miró perpleja y una lágrima le corrió el rimel. "No, no debes llorar, debes armarte de valor" le dijo. "¿Será pronto?" preguntó ella. Y él no contestó.
El silencio nunca otorga, siempre calla y todo oculta.
Los días fueron normales, pero ella se mostraba distante, aquellas palabras aún repicaban en su cabeza y él no parecía inmutarse.
De un día para el otro, el cielo ya no era celeste, los días dejaron de ser naranjas, su piel ya no se erizaba, lo vió alejarse por aquella esquina y ya no tuvo miedo. Tuvo tristeza, porque sabía que ahora era real, aquel miedo se hizo real. Ella ahora pasaba los días sóla, miraba por la ventana a ver si él aparecía en algún momento. Luego todo quedó cerca del teléfono, ya no lo oía sonar como cuando él llamaba.
El tiempo comenzó a pasar, ya no eran días, eran semanas que luego fueron meses y ahora son años. Su paradero era un interrogante para ella, sólo recuerda lo que le dijó aquella tarde cuando él se marchó, "recuerdame, yo siempre voy a estar para vos, no te olvides de mí. Por favor" y él la besó.
Ahora bajaba las calles, solitaria. Ese recuerdo tan instantáneo la hizó sonrojarse. Al cabo de unos segundos el cielo era naranja y su piel se erizaba. Él que nunca estaba, él que jamás apareció, se hizó presente en ella.
¿Acaso sólo vivía de sueños y recuerdos?

"Alcanzamos las alturas mareadas de aquel mundo soñado, estorbados desde siempre por el deseo y la ambición. Hay un hambre todavia insatifecha y nuestros ojos cansados todavía se apartan hacía el horizonte pensando en este camino donde hemos estado tantas veces.

El pasto era más verde

La luz era más brillante

El gusto era más dulce

Las noches de maravilla con amigos rodeados

La niebla de la mañana brillando

El agua fluyendo

El río infinito

Por siempre y siempre"


Pink Floyd


-A veces la vida me sorprende
"Es más el sufrimiento que los momentos felices" dijó hoy una amiga... "Escapista, en la vida hay que ser un escapista" respondió otra, sonriendo. Y esas palabras me repicaron todo el día. Calme la ansiedad con un poco de música, me calmó el animo, dejé de ser un puñado de nervios y especulaciones. Y procuré dejar la mente clara y dejar que las cosas fluyan a su manera y con su debido tiempo... y será lo que quiera que sea.
Arriesgate querida,
deja de soñar
y unete a luchar!










-Basta basta basta basta basta... CHAUUU
Y la verdad te entiendo, era de esperarse.
Me dejaste TODO claro, clarisimo. La hiciste buena, buenisima.
Y ahora debo olvidarme, por completo!












-Puedo irme bien a la c*ncha de la lora, por pelotuda.
Y parece que el tiempo te congeló, desde que naciste hasta hoy. Del vientre de una mujer al sexo similar. Es mujer! gritó el papá y la madre comenzó a llorar, era demasiada la felicidad...

No alcanza un sólo día para conmemorar
¿8 de Marzo?
Somos mujeres TODOS los días de nuestras vidas!

Para noches de Alquiler

Para noches de alquiler, tienes las mil y una caras
Puedes ser muy cordial
Y también muy descarada.
Te calzas tu vestido rojo con las botas aterciopeladas.
Con la cara pintajerrea, salés a recorrer.

Para noches de alquiler, no te importa si son guapos
Si son buenos, si son malos.
Tú le bailas al desconcierto, a la rareza, a la duda.
No sientes el miedo, ni la vergüenza
No te importa si te matan.

Para noches de alquiler, tu conciencia pende un hilo
Te crees la reina de la locura
Gritando, riendo, llorando, bailando, llorando, llorando, llorando.

Para noches de alquiler, tu mente desborda
Tú cuerpo pide a gritos la pasión
Y tu boca la invoca.

Para noches de alquiler, al lado de un desconocido
Le rezas al dolor y al miedo
Llorando por el tiempo perdido
Y pides a gritos una explicacion.

Dedicado al sentimiento

La verdad estaba perfecta, ya no te guarda rencor, te había olvidado, estaba tranquila, me sentía en paz, respiraba con gracia, soñaba sin tí, estaba en paz, centrada, me sentía valiente, corajuda y cojonuda, como quien diría. Pasó el tiempo sin que vuelvas a mi, te marchaste dolorosamente dejándome en soledad. Aprendí a convivir y valerme de ella.
Durante semanas las lágrimas regaron mi almohada manchanda con el rimel de mis ojos, pero nada era para siempre. Las horas ya se habían esfumado y te quedaste en el olvido de mi alma, eras un simple recuerdo, un mal recuerdo.
Pude maquillar mi dolor con un poco de felicidad y pinté mis días con fé, con una gran fé en mí. A la vez me sentía frustrada por volver a caer en tí, creía que había aprendido con la primera lección, pero apareciste y, nuevamente, jugaste en mi contra, derribándome por completo. Armada de valor te tomé de experiencia, otra salida no había, no existía.
Debes en cuando te hacías presente, pero logré convivir contigo, no eras nada para mí, no estabas hecho para mi y yo támpoco para ti. Se me hizo fácil dejarte pasar, provocándote el olvido. No me desesperaba sentirte debes en cuando, éras más bien una utopía. Supuse que podía avanzar sin tí, sin parar mi vida, mi tiempo y mi esperanza. Me dejaste en claro tus intenciones hace tiempo, y con sufrimiento, odio y vergüenza, acepte tu triúnfo.
Te ví en varias ocasiones, presente y triunfante hacía ambas partes. Me reconfortaba ver como comprendías y alegrabas a los demás. Pero conmigo era diferente, no había felicidad ni entusiasmo... conmigo parecía no haber solución.
Y ahora estoy aquí, tan intacta pero tan pérdida. Haz vuelto a parecer en mí querido, y me entristece verme así, sabiendo que volverá a ocurrir, que volveré a sufrir. Nuevamente me haz invadido y nuevamente será lo mismo...

GRACIAS COMPAÑERA POR SER TAN FIEL A TU INOCENCIA
ME CAGO EN LA MIERDAAAAAAA!
Enferma del ojeteeeee!

Si yo pude... todos podemos! (?

Bitacora de Ensueño II

Se sentía jovén, pero él sabía que era un simple adulto. Cargó de recuerdos la valija y sintió vacia la habitacion. Ese adiós no pudo ser más duro, pero comprendía que si seguía con la farsa algún día todo se desvanecería.
La ducha le sentó bien, tenía la mente más clara para fantasear en soledad. Calzó los jeans sobre sus piernas y estos caían de su cuerpo sin remordimientos, tomó los tiradores de su padre. La ropa era lo único que le quedaba de él. Luego todo supo ajustarse.
Miró el reloj que guardaba en su bolsillo, aún lo conservaba. Éste marcó las tres en punto. El tiempo corría y él comenzaba a extrañarla.
Vestido completamente y con la valija en una mano y su guitarra a cuestas, dejó su hogar. La nota sobre la mesa sólo decía "adiós".
Al caminar por esa avenida desierta sintió el miedo y la nostalgia. Ahora la noche era su amiga y lo acompañaba a morir.
Alquiló un cuarto en el centro, no era de lo mejor pero el sueño lo acechó y aún no estaba listo para dormir en la calle.
Se recostó sobre la cama y prendió un cigarro, se mareaba al fumarlos, pero le quitaba la tensión. Mirando el cielo razo recordó su cara al dejarla. Comenzó a recordar el calor que sintieron sus labios al besarla. ¡Maldita pendeja!- gritó y sintió el dolor de haberse marchado.
Ahora estaba sólo, ambos estaban sólos. Todo coincidia y él la olvidaría.
Los parpados cansados cayeron sobre sus ojos marrones, provocandole el sueño súbito.

Despertó con ansiedad y ésta lo acompañó hasta dejar aquel hotelucho donde había pasado la noche.
Caminando a través de las masas infernales que acechaban la ciudad al mediodía, sonrió deseando encontrar un mañana.
Todo esta igual de BIEN!

Bitacora de Ensueño I

Lucía tan feliz en su vestido de noche, eran sólo ella y él, junto a una noche que acompañaba. Vistió con sus mejores lujos para sorprenderla y complacerla... hacerla feliz era lo único que hacía, porque ya no sentía, ya no quería, ya no veía ese amor que en algún momento lo engatuzó.
Las copas estaban llenas de un vino tinto, sangre pura para un bebedor. Las llamas de las velas descendían con el tiempo y las copas se vacíaban.
Las bocas buscaban sanarse, buscaban saciarse.
Sus ojos eran encantadores, pequeños y negros como la noche, él en cambio estaba vacio, las pupilas dilatas completamente.
Ella se levanta para cambiar la musica y el logra caér en sí, la ve alejarse hasta la otra punta del cuarto, resplandencia desde alli. Él ahora era sólo humo.
Junto al grabador, ella se recostó en el sillón buscando un poco de amor. Él en cambio buscaba una razón, se acercó y ella esbozó una sonrisa. Su manos eran una porcelana, era blanca como la nieve. Él la tomó del rostro, y besó su mejilla manchada de pecas. Ella sintió sus tibios labios hundiendose en su rostro, él no la soltó y ella lo abrazó.
Él era bello, frío pero hermoso, pero la locura lo abatía como cegandoló de la realidad. Ella lo entendía y lo esperaba hasta que vuelva en sí... lo amaba. Ella estaba ciega, ciega por él.
Pasaron dos minutos y él la soltó, como asqueado, ella no comprendió. Lo tomó fuertemente del brazo y él se volteó como evitandola. Y la evitó y ella le habló, le gritó, le lloró y él no miró su rostro. Ya no la sentía, no la quería cerca de él. Ella necesitaba de él, lo precisaba... era una adicción, una obsesión.
Lo soltó levemente, como resignada. Y él se marcho, con un saco negro y los zapatos lustrados. Ella no dijo nada, su vestido se opaco. Las velas se apagaron, y el sól comenzaba a mostrar el alba.

Aguantar y resistir nos congeló el corazón, porque eso ya no es vivir sólo es domar un dolor.
¿Acaso no lo vamos a enfrentar?
DUROS EN EL DOLOR!
Y un atardecer de acordes


"SE DICE QUE EL TIEMPO CAMBIA LAS COSAS, PERO ENREALIDAD ES UNO EL QUE TIENE QUE CAMBIARLAS"




Andy Warhol
El gran ensayo de encontrar la eternidad!
She's gone insane but the memory remains

¿Debo quedarme o correr y dejarlo todo atras?

En tiempos como estos, aprendes a vivir otra vez. En tiempos como estos, das y das otra vez. En tiempos como estos, aprendes a amar otra vez. En tiempos como estos, es tiempo y tiempo otra vez.
..."Otros recluidos no pudieron resistir las crueles persecuciones, se han ahorcado, otros murieron anémicos, tubérculos; tener presente compañeros, que al que entraba en "reclusión permanente", se le prohibía la lectura, la correspondencia, no podía fumar, ni tomar siquiera un mate amargo y solo se le daba media ración de la comida. Yo tenía más libros en la celda y cuando supieron me retiraron los libros y me pusieron luz en la puerta y en la ventana, los no había podido leerlos por falta de luz. Pero no se conformaron con eso de tenerme a media ración e incomunicado rigurosamente, inventaban, buscaban pretextos y así venían cada dos o tres días, cuatro o cinco guardianes encabezados por Sanpedro, me llevaban a un calabozo y me obligaban a desnudarme completamente para revisarme. Muchas veces, por estar con fiebre me negaba a desnudarme, entonces me amenazaban con fuerza.
Me revolvía y rompían todo: me quitaban lo que les daba la gana, me quitaron una carta que me mandó mi padre. Y cuando ya no tenían más que quitarme, Sanpedro me quito la bombilla para tomar mate.
Verdaderamente era curioso ver las requisas; cada guardían parecía que tenía una gran satisfacción en llevarse algo mío, hasta la botella de remedio se llevaron."





Simón Radowitzky: su vida en el presidio de Ushuaia.
Enfermos, enfermas, dementes por doquier. No quiero ser parte de esto, lo odio, me repugna, me repugnas. Cambian y difieren, se aman, se pelean... aborresco sus palabras, sus ojos hundidos en el enojo pasajero que se vuelve cotidiano. Las palabras son como dagas, sútiles pero peligrosas. Una a una me hieren y no aguanto, no resisto, no controlo mis respuestas. Me harte de tu ira, de vos, de todo... una hija es algo muy valioso y si tu hija no es valiosa para vos entonces para que seguir simulando tu paternidad...